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Hostal Adrian

Comodidad. Estilo. Relajación

Hostal Adrian comienza con una iniciativa de un matrimonio joven, María y José, con muchas ganas de trabajar y de triunfar en la vida laboral. En ese comienzo el hostal se llama Villega y ahora han dado el relevo a uno de sus hijos que lo gestiona llamando al hostal como uno de los nietos de este matrimonio, Adrian.

Regentando una cafetería con el mismo nombre que tenía el hostal al principio y en el mismo domicilio, decidieron en el año 1997 aumentar la actividad con el hostal, compuesto por dos habitaciones dobles y cuatro simple.

Sin desanimarse y con el mismo entusiasmo, le ofrecieron un local colindante separado por la calle Francisco Bravo, lo compraron y ampliaron el hostal, compuesto por cinco habitaciones dobles y cinco simple, se inauguró en el año 2000.

El hostal se encuentra en el centro del pueblo, es acogedor y familiar y como tal recibimos a los huéspedes, que se encontrarán como en su propia casa, el entorno es maravilloso para hacer una escapada de fin de semana.

Hemos conseguido hacer un hostal amplio y tranquilo para todo tipo de turistas.

Nuestros origenes

En tiempos de la reconquista de Álora (22 junio de 1484) no existía esta villa, pero a finales del siglo XV aparece ya «el lugar de la Pizarra» levantado sobre tierras de Diego Romero. En el último tercio del siglo XVI aparece como villa, teniendo para su gobierno Alcalde Ordinario y para la custodia de sus campos un Alcalde de Hermandad. En 1592 ejercían tales cargos los vecinos Alonso Boza y Bartolomé de Vargas. En esta fecha el Alcalde de Málaga Licenciado Osorio, despojó de sus oficios a esos dos citados alcaldes de Pizarra. No conformes con la privación de sus cargos, piden justicia y la Real Audiencia y Chancillería de Granada, el 16 de diciembre de 1594, condenó al Alcalde Mayor de Málaga y a otros regidores de la misma, a una multa y a la restitución de las varas que les fueron quitadas. Por Real Cédula expedida en Granada el 26 de enero de 1595, el Escribano de Málaga Manuel Sánchez Boza, restituyó a ambos alcaldes pizarreños sus respectivos oficios. Desde esa fecha Pizarra vino nombrando sus Alcaldes propios, aunque sometidos a la jurisdicción de la ciudad de Málaga, salvo en materia eclesiástica, ya que fue anejo de Álora en el servicio parroquial. En 1566, el Obispo de Málaga Don Francisco Blanco Salcedo, modelo de virtud evangélica y destacado teólogo en el Concilio de Trento, erigió a sus expensas una Ermita donde recibió culto y veneración la Virgen de la Fuensanta, Patrona de esta Villa. En el año 1630 consta el establecimiento de pila bautismal en su Iglesia, que fue erigida en Parroquia, nombrándosele cura independiente el año 1652, ya que el vecindario había crecido hasta pasar de los doscientos.

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